sábado, 21 de noviembre de 2020

Video-diálogo







Radio Viva 
Programa : Tiempo al Límite 

Integrantes: 
- Angie Arboleda Bacilio
- Ronaldo Chuquipoma de la Cruz 







 

viernes, 20 de noviembre de 2020

MAPAS

 ARCHIVO PDF

Darle click para descargar > MAPAS

Temas :

- Oficio del Periodista

-Reinvención del Periodismo

-Gestión de audiencias

-Utopía del periodismo Ciudadano 

-Radio Feroz

Darle click para descargar > MAPA 

Tema: 

- Géneros Radiofónicos 

sábado, 29 de agosto de 2020

El rol del Periodista Radiofónico y la influencia de su voz

 

El rol del Periodista  Radiofónico y la influencia de su voz

PAPER 

Resumen:

En el siguiente Trabajo, haremos un análisis del periodismo radiofónico.  Teniendo como principales puntos a los elementos que hoy lo definen  y su transformación a través de las diferentes crisis que acechan la labor de los profesionales. Incluiremos también las pautas  que se debe seguir para hacer una emisión radial confiable.

Introducción:

El periodismo es una actividad que consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información relativa a la actualidad. El periodismo radiofónico se caracteriza por ser una forma de comunicación que permite dar a conocer y analizar los hechos de interés público a través de las ondas. Por lo cual, el periodismo de radio exige que la información sea difundida de manera sencilla, clara y concisa. La voz se convierte en el principal instrumento de trabajo de los periodistas radiofónicos. Es el enlace con el oyente.

Desarrollo de Contenido:

Las personas ansiamos noticias por puro instinto, por un deseo al que podríamos llamar «instinto de estar informado». Deseamos saber lo que está ocurriendo al otro lado de la colina, estar al corriente de hechos no circunscritos únicamente a nuestra propia experiencia. Conocer lo que no conocemos nos proporciona seguridad, nos permite planificar nuestra vida. Desde este punto de vista, el intercambio de información se convierte en la base a partir de la cual se crea comunidad, se conforman las relaciones humanas. Las noticias son esa parte de la comunicación que nos mantiene informados de los cambios que sufren la actualidad y los asuntos y personajes del mundo. Hace tiempo, nos dicen los historiadores, los gobernantes utilizaban la información para mantener unida a la sociedad. Las noticias brindaban sensación de unidad y comunión de propósitos. Incluso ayudaban a los gobernantes tiránicos a mantener el dominio sobre sus súbditos, sometiéndolos a una amenaza común. La historia, además, revela otra tendencia importante. Cuanto más democrática es la sociedad, más noticias e información suele suministrar. A medida que las sociedades se iban democratizando, tendían a crear una suerte de pre-periodismo.

Desde sus inicios la radio procuró facilitar emisiones de carácter informativo. Las funciones de la radio como ocurre con otros medios de comunicación colectiva, la radio ejerce cuatro funciones principales, las cuales suelen presentarse en forma pura, aunque siempre una de ellas domina sobre las demás. Las funciones son: persuadir, entretener, formar e informar.

Recordemos que la información hace medio siglo era terreno abonado solamente para el periodismo objetivo, ese mismo en que la voz del periodista quedaba sepultada bajo las cifras, datos, testimonios y nombres que contenía un artículo determinado.

La radio se convirtió, desde principios del siglo XX, en el adalid de los medios masivos, y todo se debe a una razón: el sonido. Los seres humanos conocen, construyen y basan su mundo comunicativo en el lenguaje fónico. Inclusive, el lenguaje gráfico e icónico se aprende por medio del sonido. Las primeras convenciones simbólicas del hombre se dan, en primera instancia, en sonidos guturales, y posteriormente, en producciones vocálicas articuladas, es decir, en palabras.

La narración es el gran reto del periodista moderno y no solo en el estrecho campo de la prensa escrita: la televisión y la radio ponen en juego, cada una con sus armas , las técnicas narrativas apropiadas para ganar adeptos, llevar fácil al público, ejemplarizar, crear conciencia, subir el rating, ganar prestigio y credibilidad. En otras palabras, los medios están viviendo hoy una guerra sin cuartel promovida por el mediático, por lo masivo, lo instantáneo por el cómo, cuándo y por dónde, transmitiré el mensaje.

La radio queda muda sin voz, es la voz la que la transforma en mágica, la reviste de evocación, la convierte  en ilustradora de imágenes mentales ansiadas, en pinturas de sueños imposibles.

Es por eso, la voz del locutor en la radio resulta importante. Es más resulta casi mágica; porque como el medio es sonido, la voz se convierte en el principal instrumento de trabajo de los periodistas radiofónicos. Se transforma en el enlace con el oyente, en el puente que materializa la comunicación con la audiencia, en el hilo invisible que conduce las informaciones.

“El locutor construirá una voz mucho mejor aceptada por los oyentes siempre que procure hablar situándose acústicamente en torno a sus registros más graves. Es decir, siempre que sitúe el tono modulador en la zona más baja de su tesitura”. (Rodríguez Bravo)

Un estudio realizado a una muestra seleccionada de alumnos de la Universidad Pontífica de Salamanca (España) nos muestran las características que deben posee las voces para transmitir las noticias de manera agradable.

Este experimento tiene resultados chispeantes. La voz masculina por ser de tono grave y más resonante que la voz femenina tuvo un mayor grado de aceptación, esas características hacen que la narración de los hechos informativos resulte convincente, tranquila directa, cercana, agradable al oído. En tanto para el género femenino los resultados fueron similares, la inclinación por la tonalidad grave se repite; la justificación a los comentarios en contra la voz aguda aseguran que ésta resulta más fría, aburrida y nerviosa y sobre todo que no impone seriedad ni autoridad. Eso no quiere decir que la voz femenina no está hecha para la radio, para ello es necesario una reeducación de la voz.

Hechas las consideraciones toca ahora reflexionar sobre qué podemos hacer y cuáles son los desafíos que hemos de vencer como periodistas locutores para convertir en eficaz nuestra historia. El contar una noticia va más allá que conocer un solo punto de vista de ella. Averiguar el trasfondo, contextualizar, verificar, comprobar e interpretar son algunos de los retos a los que se enfrenta, uno de ellos consiste en entender la importancia de cómo captar la atención del público oyente dependiendo de la estructura que esta tenga.

El locutor radial, debe poseer adecuado conocimiento y manejo de su voz, aplicado al tipo de mensaje que transmite. Entonces, al buen locutor de informativos se le exigen que posea un buen instrumento sonoro y asimismo, que conozca las técnicas vocales necesarias que le aseguren el dominio de la prosodia (entonación, acento, ritmo) y de la pronunciación, aplicadas siempre al discurso informativo radiofónico.

Los periodistas tienen derechos y todo derecho implica responsabilidad, la responsabilidad de informar en una sociedad libre, con noticias precisas e imparciales. Ejercer el periodismo ético es lo que nos guiará a ser la voz que se necesita la población para hacerse escuchar. Pero ¿qué ocurre cuando esto se ve entorpecido por los propietarios de las empresas periodísticas? ¿Cuándo se recoge información en contra de ellos? Lo más probable es que aquella información no salga en los medios. Entonces ¿Estamos hablando de una sociedad que respeta la libertad de expresión?

América Latina se ha caracterizado, en primer lugar, por rupturas institucionales de sus sistemas políticos nacionales. La democracia no ha sido permanente y sus inestabilidades han resultado en diversas intervenciones militares, las cuales han frenado los impulsos de desarrollo dentro del periodismo, su formación y estudio.

En los años 60  Producto de determinaciones políticas y económicas surge una década fuertemente intervenida en torno a los procesos educativos, donde las influencias de la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y del Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América Latina (CIESPAL) en el escenario de la formación de periodistas, será gravitante en su evolución. Y pese que en un comienzo parecía que seguiría el modelo de la educación americano conforme evolucionó con el tiempo, pasó a trabajar Sobre la base de la libertad de expresión, editorial, radiodifusión, audiovisual, multimedia y la innovación tecnológica, para consolidar la difusión de la democracia y su condición de derecho humano; formación y prestación de servicios; investigación, construcción colectiva y difusión en el diálogo del conocimiento Pensamiento latinoamericano; y brindó espacio para el intercambio de innovación y transformación social entre ciudadanos, organizaciones sociales, academia y países.

 En los años setenta y ochenta, los inicios de la globalización y la aparición de importantes avances tecnológicos dieron lugar al reordenamiento de los polos de poder político y económico en el mundo.  La libertad de información en le región se vio, fuertemente limitada, y la prensa se caracterizó por su parcialidad, superficialidad y por la censura que se hacía de las situaciones sociales que cuestionaban las dictaduras existentes.

La historia social y política de los territorios puso a la profesión innumerables barreras para su desarrollo, en cualquiera que fuese el medio por el cual se distribuyese, relegando sus impulsos de crecimiento a un segundo plano.

En 1972 se crea, La asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER), en la que 18 radios de la iglesia católica deciden asociarse.

Estas emisoras venían alfabetizando a distancia, especialmente en el campo. Al juntarse buscaban mejorar la planificación y evaluación de los programas educativos, capacitar al personal de las emisoras, encontrar apoyo económico internacional, entre otros objetivos.

La radio puramente educativa pronto cambió. ALER se transformó en la asociación de radios populares. La situación de pobreza que vivía América Latina, el ascenso de las luchas populares, la radicalización de cierto sector de la iglesia, la insurgencia revolucionaria en unos países, el avance de los partidos de izquierda, entre otros y la lucha contra regímenes dictatoriales que se iban imponiendo en América Latina, contribuyeron para este cambio.

La radio popular  creó un modelo participativo en los medios, entre los excluidos se privilegia el discurso más modesto y siempre están pensando en la organización social y política de la transformación de su estructura nacional. Radio Aler luchó contra la dictadura en América Latina. ALER asume decididamente el papel de formación y orientación sobre los conceptos y objetivos de la radiodifusión popular, y al mismo tiempo ofrece innovadores manuales de producción, investigación, producción de radiodifusión y seminarios para directores, productores, programadores e investigadores de radiodifusión.

Hoy, son la investigación, la verificación y la contrastación las herramientas que sirven como un filtro para la transparencia en el trabajo periodístico en equipo. El periodista que quiere perdurar en la memoria colectiva, debe ser aquel que sepa enfrentar estos nuevos retos. Que al ser testigo de un hecho, o conocedor de alguna situación, piense si, efectivamente, esa situación puede ser contada de una manera distinta.

“Debemos desear una voz hermosa, y si bien no depende de nosotros el poseerla, sí depende de nosotros cultivarla y fortificarla”. (Cicerón)

Conclusiones:

El reto de la narración como preparación de un plato exquisito que, para llevarlo a la mesa con éxito, debe tener los ingredientes indicados en las porciones adecuadas.

La voz del periodista debe ser aceptada por el oyente con naturalidad, sencillez y claridad. Sin estas tres cualidades, cualquier intento de narración podrá conducir al fracaso.

La radio es el medio que tiene la capacidad de transmitir emociones si no que a través de la palabra logra la persuasión, para ello es necesario que quien está detrás del micrófono trate la información como se debe, un trabajo periodístico exige la verificación de lo que se dirá.

El periodista radiofónico es consciente que vela por los datos informativos y por ser la voz de los que no la poseen en nuestra estructura social. Por ello, no existe dispensa que justifique su acto de ser corrompido por falsos argumentos morales que beneficien la desinformación pública.

Referencias:

Antón, E. R. (s.f.). Los principales errores que debe evitar todo locutor de informativos radiofónicos: un estudio práctico. 1-7.

 Mellado C. (Chile).Periodismo en Latinoamérica: Revisión histórica y propuesta de un Modelo de análisis .

Anuar Saad. La narración: El arte de contar la historia 

Rodero,E. Una voz mágica para contar las noticias.

Aguado Juan Miguel (2004). Comunicación Social,Sevilla.

 Elementos del periodismo PDF  

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 10 de enero de 2020

LA RADIO Y SU IMPACTO EN LA SOCIEDAD ACTUAL


LA RADIO Y SU IMPACTO EN LA SOCIEDAD ACTUAL
RESUMEN :
El siguiente Paper trata de integrar seis diferentes investigaciones sobre la radio, su lenguaje , discurso e  impacto que tienen en la sociedad actual.
Aunque resulte paradójico, todavía hoy, una parte del pensamiento intelectual que trata el fenómeno de la comunicación de masas como un instrumento de reflexión sobre el proceso de construcción de la realidad que estructuran los medios audiovisuales .

PALABRAS CLAVE : LENGUAJE RADIOFONICO , RADIO , DISCURSO RADIOFÓNICO

ABSTRACT 
The following Paper tries to integrate six different investigations about radio, its language, discourse and its impact on today's society.
Although it is paradoxical, even today, a part of the intellectual thought that treats the phenomenon of mass communication as an instrument of reflection on the process of construction of reality that structures the audiovisual media.

KEY WORDS RADIOPHONE LANGUAGE, RADIO, RADIOPHONE SPEECH

DESARROLLO

Hacer radio es definir y producir cotidiana y sistemáticamente la programación que le da vida a una emisora y que, por tanto, alimenta un tipo de relación de comunicación con una audiencia determinada. Ese eje central, rector, en torno al cual se articula el eje de la programación es lo que llamamos perfil de una radio, la cara de la emisora, de su personalidad. Distintas radios tienen, entonces, distintas personalidades.
La radio, es el medio sonoro por excelencia. Es particularmente sugestiva y debemos de emplear esa capacidad de sugestión, para compensar la una sensorialidad del medio, es menester suscitar en las emisiones una variada gama de imágenes auditivas.
En la radio, al igual que en los otros medios, convergen todas y cada una de las condiciones necesarias para hacer de la comunicación una realidad, ya que, entre otras cosas, tiene un lenguaje y un código específicos de los que se sirven sus profesionales para construir toda esa amalgama de mensajes/sonido que llegan a nuestros oídos a través de los aparatos receptores.
Existe lenguaje cuando hay un conjunto sistemático de signos que permite un cierto tipo de comunicación. Que un lenguaje se caracterice por una agrupación de signos es lo que lo define como sistema semiótico.
El lenguaje radiofónico no tiene límites, y exige eso, que no se le limite, ya que el medio está abierto para que a través de él transiten y se muevan con libertad las palabras, los enunciados, las ideas, los pensamientos, los sentimientos, el acontecer, el humor, la filosofía, la vida.
El lenguaje de la radio al ser percibido con los oídos nos libera de la una direccionalidad de la atención, a diferencia de los ojos en relación a las imágenes. Esto no implica que no podemos construirlos, por el contrario, ya que la voz, la música, los efectos sonoros y el silencio son los elementos o llamados también componentes del lenguaje radiofónico en su conjugación tienen la potencialidad de configurar imágenes sensoriales. Imágenes que desde el oído apelan a otros sentidos y nos permiten desde el rol de oyente terminar de construirlas en nuestra imaginación de ese modo cada imagen toma una forma única y particular para cada persona que esté dispuesta a recibirla e interpretarla.
La voz (o el lenguaje de los humanos), la música (o el lenguaje de las sensaciones), los efectos sonoros (o el lenguaje de las cosas) y el silencio son los cuatro componentes del lenguaje radiofónico, aunque en un medio sonoro por excelencia como es la radio hablar de silencio pueda resultar contradictorio, hay que tener en cuenta que el silencio es también un sistema de signos, en tanto que cuando se utiliza en radio goza de significado, significante e intérprete.

"La programación radiofónica es la previsión de los programas que van a ser emitidos durante un tiempo determinado a través de una emisora de radio…" (MUÑOZ y GIL, 1994: 66)

EL LENGUAJE RADIOFÓNICO

El lenguaje radiofónico no es únicamente la palabra; se constituye de los sistemas expresivos e la palabra, la música y os efectos sonoros. –Esta falsa identificación del lenguaje radiofónico- - como el lenguaje verbal en la radio se afianza en la limitada concepción del medio como un canal transmisor de mensajes hablados, soporte para la comunicación a distancia entre personas, excluyéndose el carácter de la radio como medio de expresión.
Han sido casi siempre profesionales del periodismo radiofónico o investigadores de la radio como un medio de información periodística quienes han defendido esta reducida capacidad expresiva del lenguaje radiofónico como un simple sistema semiótico de la palabra
El lenguaje radiofónico es flexible y permite expresar casi cualquier cosa, porque apela a la imaginación y a la buena voluntad del que escucha. De ahí, que el elemento más importante sea el habla, la palabra, la voz, sin perder de vista que va acompañada de la música y el ambiente sonoro.
El denominador común de los componentes del lenguaje radiofónico es, ante todo, su ilimitada riqueza expresiva y su gran poder de sugestión. Por eso, utilizando sólo la voz, o sólo la música, o la voz y la música, o la voz y el silencio, o todas las materias primas a la vez, podemos lograr que el oyente visualice en su mente un paisaje, recree un movimiento, sienta miedo, se entretenga o se aburra, ría o llore, calle o grite... Porque en el universo sonoro radiofónico todo es posible.
El lenguaje radiofónico es por naturaleza un lenguaje oral. Sin embargo, aunque parezca una perogrullada, hay que señalarlo y repetirlo porque a los hablantes, a los emisores, a los locutores, se les olvida. El lenguaje oral se caracteriza por su construcción simultánea con el pensamiento. Se elabora en situación; es razonamiento que se va haciendo. Si bien su finalidad es convencer, informar, interrogar, también es escuchar y dejarse convencer, enterarse y responder.
Se estructura sobre la base del lenguaje coloquial, familiar, cercano, y por esa razón se introyecta en la mente y el alma del oyente. La radio es un medio que nos convoca, nos llama y, aunque lo hace personalmente, en forma íntima, somos muchos, una comunidad social la convocada por el mensaje. Gracias a ese carácter personal y social al mismo tiempo, el lenguaje radiofónico, compuesto por los elementos sonoros necesarios, es capaz de suscitar, por la fuerza de las palabras, su capacidad de recoger lo que tiene significado común y la experiencia propia de los interlocutores, la presencia de hechos, sentimientos, sucesos pasados; evocar lo que tiene sentido.

“Porque el lenguaje radiofónico no tiene límites, y exige eso, que no se le limite, ya que el medio está abierto para que a través de él transiten y se muevan con libertad las palabras, los enunciados, las ideas, los pensamientos, los sentimientos, el acontecer, el humor, la filosofía, la vida.” ROMO, C. (1997)

RADIO

Hacer radio es establecer comunicación, crear sentido en común. Es considerar al receptor como un interlocutor; porque la radio provoca en la audiencia una relación personal gracias a la cualidad del sonido de ser introyectado; a la posibilidad de que, quien escucha, recree el mensaje de acuerdo con su experiencia, sus vivencias, su historia. El oído es un sentido atento, que no se cierra o se apaga; que invita y propicia la introyección hacia un mundo interno pleno de experiencias y sensaciones visuales, táctiles, auditivas
La radio es, ante todo, palabra y por ello, el cuidado necesario. Ante el micrófono es importante lo que se cuenta, pero también como se cuenta. No se puede maltratar el lenguaje amparándose en excusas como el hecho de querer aparentar naturalidad ante el micrófono o la rapidez con que este medio informa a sus oyentes. Emplear correctamente el lenguaje no sólo es una cuestión e buen gusto o formalidad, sino que forma parte del compromiso social del periodista radiofónico.

"La radio no es celosa de su público, como la televisión y la prensa, no la quiere para ella sola. La radio sabe que la gente tiene mil cosas qué hacer y otras mil en qué pensar. Ella está ahí, al lado de quien la llame, siempre disponible, nunca absorbente. Ningún medio de comunicación es más generoso que la radio" (LÓPEZ VIGIL, 1997: 466).

La radio es escuchada cada día por un alto porcentaje de la población, en todas partes. Acompaña a las personas en su hogar, en el lugar de trabajo e incluso va con ellas en la calle, el bus o el automóvil. Pero sin duda, la mayor efectividad de la radio está en su capacidad de alcanzar a distintos grupos de consumidores para influir en sus opiniones, sus hábitos y sus patrones de consumo, marcando su estilo de vida.
El oído es un sentido atento, que no se cierra o se apaga; que invita y propicia la introyección
 hacia un mundo interno pleno de experiencias y sensaciones visuales, táctiles, auditivas El lenguaje radiofónico es flexible y permite expresar casi cualquier cosa, porque apela a la imaginación y a la buena voluntad del que escucha. De ahí, que el elemento más importante sea el habla, la palabra, la voz, sin perder de vista que va acompañada de la música y el ambiente sonoro.
El buen emisor que intenta comunicarse, es el que considera al oyente imaginario como alguien concreto y se dirige a él con la intención de recibir una respuesta dialógica, y no en forma de monólogo, por eso recurre a ciertos usos pronominales que hacen presente al escucha, con expresiones posibles al hacer referencias personales como: tú que me escuchas, como ustedes saben, de acuerdo con eso que ustedes prefieren, qué les parece si ahora vamos a.

DISCURSO RADIOFÓNICO

El locutor de radio o el hablante de radio es eficaz cuando no le basta con decir algo, sino cuando al decirlo realiza una acción; entonces son muy claras sus intenciones de comunicar, de comunicarse, de entrar en relación con el oyente, con su interlocutor, a través de actos de habla en los que se logra algo (per locución); porque se convenció, se persuadió, no se obligó. Porque es él o ella quien habla, quien dice y no otro.
La concepción del lenguaje en la radio suele ser escrito y no oral. Se quiere manejarlo y programarlo desde el código escrito y no desde el habla. Los textos se escriben sin respetar o sin recordar que serán leídos en voz alta y en presencia de nadie, y que, al mismo tiempo, deberán ser oídos, escuchados, percibidos, recibidos, asumidos, por seres humanos, que están en otra parte y que quieren dialogar con él y que aceptan la convocación, pero que no pueden captar la intención, la riqueza y la expresividad, si éstas no son transmitidas, es decir, si no están en el mensaje que se le envía.
El discurso radiofónico tiene unas características especiales, fruto de las peculiaridades narrativas que exige el soporte y de la naturaleza de los elementos con los que se trabaja. En la radio existen dos estilos que necesariamente obligan a diferenciar entre la narración improvisada y la narración que corresponde a la lectura o interpretación de un texto.
Para construir relatos coherentes y atractivos, hay que tener presente que van a ser emitidos por la radio, lo cual conlleva unos requisitos muy concretos. Por eso es importante y necesario conocer las características del soporte a la hora de escribir un guión o de adaptarlo, para resolver correctamente todos los imprevistos que se planteen.
El discurso radiofónico y su lenguaje formado con sonidos, voces, entonaciones, silencios, músicas, etc., así como las mezclas posibles se caracterizan, a diferencia de los signos lingüísticos, en su naturaleza analógica puesto que es más difícil determinar las lejanías entre el signo y su significado si reparamos, por ejemplo, en los sonidos de una ambulancia o del auricular telefónico.

Los signos en la radio tienen un gran parecido con la realidad. El valor radica en la verosimilitud. No es una recreación fría y distante, como la prensa escrita, sino que, en efecto, percibimos personas de carne y hueso que cantan, hablan, se equivocan, están ahí, lo dicen que están ahí, y que nosotros estamos en contacto con ellos, creyéndoles en toda la realidad que les da el habla directa y viva.

Una palabra en la radio bien vestida, como la poesía, sugiere más de lo que usted pueda ver. Una de las primeras reglas de la comunicación es que para comunicar hay que agradar, y agradar significa, entre otras cosas, tener un valor estético.

Si en un mensaje de afiche son importantes los colores, las formas, y el juego de las imágenes, en la radio  las palabras, los contrastes de sonidos y la envoltura final de un producto auditivo determinan el consumo habitual de las propuestas radiofónicas.
En el relato radiofónico conviven varios niveles y varias modalidades comunicativas, que se corresponden con las diferentes estructuras. Un programa casi nunca es un relato homogéneo y continuo. Al contrario, está compuesto por una serie de secciones que son las que aportan diversidad y rompen la monotonía. Cada sección, o cada escena, tiene una estructura y una identidad propias, aunque está integrada y adaptada al marco genérico del programa. Entonces, en todo formato existen, por lo menos, tres niveles de análisis: la macro estructura global, que refleja las características generales del espacio; la estructura de cada una de las secciones, que pueden estar relacionadas entre ellas, si se trata de un programa de contenido homogéneo, o ser totalmente independientes, como sucede en un magazín; y, en tercer lugar, están las unidades significativas que contienen la esencia individual de cada elemento narrativo.

"La función de la programación está centrada en prestar un servicio diverso, respetuoso y dinámico a un público que ya no se conforma con la música de fondo y los programas pasivos que se originaron en la primera época de la frecuencia modulada. (...) El reto de la radio consiste en que un director de programas sea capaz de centrar su interés en el mundo del espectáculo y el de la información, que propicie nuevas alternativas de servicio a la sociedad y abra nuevos horizontes en el servicio al aire. Por ello no debe pasar inadvertido que el producto de una empresa radiofónica puede ser tan bueno como el hombre que propicia, supervisa y mejora constantemente su desarrollo y crecimiento programático" (FIGUEROA, 1997: 389).


CONCLUSIONES:
- La radio posee un lenguaje sin límites ni barreras, capaz de llegar al oyente a través de la adecuada transmisión de mensajes, los cuales deben tener en equilibro dos componentes muy importantes: el semántico y el estético.
- El lenguaje radiofónico comunica de diferentes maneras el mensaje que se quiere dar al receptor, este no solo llega a ser comunicado solamente por la voz, sino que son un conjunto de herramientas auditivas que conllevan a la construcción de un mensaje completo y objetivo para ser fácil de asimilar, aunque este no sea del todo fácil de construir.

 - El discurso radiofónico tiene unas características especiales, fruto de las peculiaridades narrativas que exige el soporte y de la naturaleza de los elementos con los que se trabaja.

REFERENCIAS:

Páez, J. J. (2006). El lenguaje radiofónico: Introducción. Publiradio, 4.
Vigil, J. I. (1997). "Radialistas Apasionados". Quito: Artes Gráficas Silva.
Dávila, D. M. (s.f.). De radio en radio: el escenario radiofónico, 1-7.
Soengas, X. (s.f.). El discurso radiofónico. Particulares de la narración sonora. Prisma, 101-127.
Manual Urgente para Radialistas apasionados,2000)




https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=300574


Audio

                                                                       Entrevista
                                       
                                                 Entrevistado Mg. Faustino Pisfíl Llontop

 Ilustrador Gráfico